
RedacciónGastronomia, Oaxaca3 meses25 Vistas
En una tierra donde el maíz trasciende el plato para convertirse en emblema de identidad y resistencia cultural, el gobernador Salomón Jara Cruz inauguró este fin de semana la 12ª Feria de la Tlayuda en San Antonio de la Cal, acompañado de Patricia Casiano Zaragoza, representante de la Diosa Centéotl 2025.
La feria, que estará abierta al público hasta el 28 de julio, no solo es una fiesta gastronómica, sino también un homenaje a las raíces oaxaqueñas. San Antonio de la Cal, cuna de la tlayuda, vuelve a posicionarse como epicentro de la cultura culinaria del estado.
La tlayuda: más que comida, motor de desarrollo local
Según palabras de Raúl Ruiz Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), esta feria representa un acto de resistencia cultural. “La tlayuda es una joya que ha trascendido generaciones gracias a las manos trabajadoras de las mujeres que la elaboran con amor”, afirmó.
El presidente municipal, Porfirio Santos Matías, también destacó el papel fundamental de las mujeres tlayuderas, quienes no solo conservan una tradición ancestral, sino que también son sustento de sus familias y pilares del desarrollo económico local.
Empoderamiento femenino y orgullo gastronómico
Durante el evento, Arcelia Ruíz Martínez, presidenta del Comité de las Tlayuderas, agradeció el respaldo institucional y reivindicó el papel de las mujeres de San Antonio de la Cal en la construcción del patrimonio gastronómico oaxaqueño. “Nos sentimos orgullosas de mantener viva esta tradición que define a Oaxaca como el corazón cultural y gastronómico de México”, concluyó.

Este evento no solo posiciona a Oaxaca a nivel nacional e internacional, sino que también fortalece el turismo, la economía circular y la visibilidad de la cocina tradicional mexicana en la era digital.











