
El sureste de México alberga algunas de las playas más espectaculares del país, pero más allá de los destinos turísticos populares, existen rincones paradisíacos que permanecen casi intactos.
Desde las costas vírgenes de Campeche, pasando por los paisajes únicos de Yucatán, hasta las playas solitarias de Chiapas, estas joyas ocultas ofrecen tranquilidad, belleza natural y experiencias inolvidables de ecoturismo y avistamiento de fauna.
Ubicada en la región de la Laguna de Términos, Isla Aguada es un destino perfecto para los amantes del ecoturismo. Sus playas de arena blanca y aguas cristalinas son hogar de delfines que pueden avistarse en recorridos en lancha. Además, la zona es rica en manglares y aves exóticas, ideal para quienes buscan un escape rodeado de naturaleza.

A solo unas horas de Mérida, El Cuyo se esconde como un tesoro en la costa yucateca. Este pequeño pueblo pesquero combina la tranquilidad de una playa poco concurrida con la posibilidad de practicar kitesurf, pasear por sus dunas y explorar la reserva de la biósfera de Ría Lagartos, donde los flamencos pintan el paisaje de tonos rosados.

A diferencia de las abarrotadas playas del Caribe, Playa Paraíso, en Campeche, hace honor a su nombre con un ambiente pacífico y vistas espectaculares. Es perfecta para nadar, relajarse bajo la sombra de palmeras y disfrutar de atardeceres impresionantes sin las multitudes del turismo masivo.

Si buscas una playa solitaria con arenas blancas y aguas cristalinas, San Bruno, en la costa yucateca, es el sitio ideal. Este destino aún conserva su esencia natural, con la ventaja de ser un excelente lugar para practicar snorkel y avistar peces tropicales.

En la costa chiapaneca, Puerto Arista ofrece una experiencia completamente distinta a las playas convencionales.
Su arena dorada y su extenso litoral lo hacen un sitio ideal para largas caminatas junto al mar.
También es una zona clave para el avistamiento de tortugas marinas, especialmente entre los meses de julio y diciembre.

Ubicada en Tonalá, Boca del Cielo es una joya de la costa chiapaneca donde el mar se encuentra con una laguna serena.
Este destino es perfecto para los amantes de la paz absoluta, el avistamiento de aves y la práctica de kayak en sus tranquilas aguas.
Estas playas secretas del sureste mexicano ofrecen una alternativa ideal para quienes buscan escapar del bullicio de los destinos turísticos tradicionales.
Además de su belleza incomparable, muchas de ellas permiten la práctica de actividades ecológicas, como el senderismo, la observación de fauna y la conservación de ecosistemas.