Cultura
El arte zapoteca brilla en la presidencia: El vestido Oaxaqueño de Claudia Sheinbaum
El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta de México y uno de los detalles que más llamó la atención durante su toma de protesta fue el elegante vestido que portó una prenda única con raíces profundas en la cultura zapoteca. La creadora de esta pieza fue Claudia Vásquez Aquino una talentosa artesana originaria de Santa María Xadani en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca cuya dedicación al arte textil se reflejaba en cada puntada del atuendo histórico.
Un vestido con historia y tradición
El vestido que Sheinbaum lució en su toma de protesta fue confeccionado completamente a mano utilizando hilos de algodón y la técnica de tejido a ganchillo. Esta prenda de color marfil con detalles florales representa no solo la elegancia de la mandataria, también el legado cultural de los pueblos indígenas de Oaxaca.
Claudia Vásquez Aquino quien tiene más de tres décadas dedicándose al arte del bordado expresó su profunda emoción al ver que una de sus creaciones fue elegida para este evento tan significativo. «Nunca imaginé que la doctora Claudia Sheinbaum usaría uno de mis vestidos en un día tan importante. Fue una sorpresa enorme y me llena de orgullo», compartió emocionada la artesana.
El proceso creativo detrás del vestido
La conexión entre Claudia Vásquez y la presidenta de México comenzó en una expoferia donde el equipo de Sheinbaum descubrió el trabajo de la artesana. Aunque Vásquez había confeccionado prendas para Sheinbaum anteriormente nunca imaginó que sería la encargada de crear el vestido para la toma de protesta este atuendo no solo simboliza el compromiso de la presidenta con sus raíces la visibilización del trabajo de las mujeres artesanas de comunidades indígenas.
El diseño del vestido fue cuidadosamente pensado con más de 100 flores bordadas a mano que adornan la falda y los puños. El uso de tela de algodón con elastano garantiza comodidad sin dejar de lado la estética tradicional que caracteriza el trabajo de las bordadoras del Istmo de Tehuantepec cada puntada fue realizada con aguja de gancho una técnica que la artesana aprendió desde los 10 años siguiendo la tradición familiar transmitida por su madre también una talentosa artesana.
El impacto de la creación de Claudia Vásquez
Cada pieza que crea lleva consigo una parte de su corazón y este vestido no fue la excepción. «Siento una gran responsabilidad al saber que la presidenta llevará una prenda hecha por mis manos y espero que ella defienda nuestros textiles que son parte de la identidad de nuestros pueblos», comentó.
Este vestido no solo es una prenda de vestir; es un símbolo de la resistencia y el esfuerzo de las comunidades indígenas en México. Claudia Vásquez junto con otros artesanos de Oaxaca lucha contra la piratería textil defendiendo el valor de los bordados tradicionales frente a la creciente comercialización de productos falsificados.
Artesanía con propósito: Lari Guié
Además de su labor como bordadora fundadora del negocio familiar «Lari Guié» que en zapoteco significa «tela bordada». Este emprendimiento que lleva junto a sus hermanos es un ejemplo del esfuerzo colectivo de la familia por mantener viva la tradición textil del Istmo de Tehuantepec a través de esta iniciativa busca promover el trabajo artesanal y ofrecer piezas únicas que honran la cultura de su pueblo.
Actualmente, Vásquez también es parte de la Asociación de Comunidades Indígenas Artesanas del Estado de Oaxaca un grupo que trabaja para proteger los derechos de los artesanos y garantizar que su trabajo sea valorado y respetado.
El legado de una familia de artesanos
Su familia entera comparte esta pasión por la artesanía desde pequeña aprendió a bordar con su madre y junto a sus hermanos han llevado adelante este arte. «Mi madre me enseñó primero a usar una pequeña aguja y luego aprendí a tejer. Hoy mis hermanos y yo continuamos con este legado familiar y nos enorgullece representar a nuestro pueblo a través de nuestras creaciones», expresó.
El apoyo de su familia ha sido fundamental en su trayectoria no deja de agradecer a sus padres Carmelita Aquino López y Alberto Vásquez Sánchez por haberle transmitido estos conocimientos. «Ellos junto a mis hermanos han sido mi mayor inspiración. Somos un equipo y juntos hemos logrado que nuestras creaciones lleguen más allá de Oaxaca», agregó.
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