
La Guelaguetza 2025 arrancó con fuerza y color con la celebración del primer Lunes del Cerro, una de las expresiones culturales más representativas de México y América Latina.
Durante el evento, la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, resaltó el impacto turístico y económico de esta festividad, al tiempo que reafirmó su compromiso de internacionalizar el valor de Oaxaca como destino multicultural.

Acompañada por el gobernador Salomón Jara Cruz y la titular de turismo estatal Saymi Pineda Velasco, Rodríguez Zamora celebró la unión de las ocho regiones del estado y las 16 culturas indígenas y afromexicanas, quienes mostraron lo mejor de su herencia a través de danzas, música, trajes típicos y gastronomía en el Auditorio Guelaguetza, enclavado en el emblemático Cerro del Fortín.
“La Guelaguetza es la fiesta máxima de México. Refleja nuestra esencia como pueblo: los colores, la alegría y la diversidad que nos definen. Oaxaca está de fiesta, y queremos que el mundo entero lo sepa”, expresó la funcionaria federal, destacando el carácter único de este evento como un “crisol de culturas”.

Según estimaciones de la Secretaría de Turismo estatal, más de 138 mil turistas han llegado a Oaxaca durante esta temporada, generando una derrama económica superior a los 614 millones de pesos y beneficiando directamente a más de 181 mil personas involucradas en el sector turístico.
La ocupación hotelera alcanzó el 83 %, reflejo del atractivo nacional e internacional de la festividad.
Durante la jornada, 58 delegaciones regionales mostraron lo mejor de sus tradiciones ante miles de asistentes. La programación de julio incluye más de 140 actividades turísticas y culturales, entre ellas la Feria del Mezcal, la Feria del Textil Oaxaqueño, el Festival Gastronómico Oaxaca de Mil Sabores, la Feria del Huarache y la Feria de los Hongos, que complementan la experiencia de quienes visitan el estado en este mes festivo.
Rodríguez Zamora invitó a no perderse el Desfile de las Delegaciones, programado para el 26 de julio, evento que culminará con un despliegue de identidad, ritmo y hospitalidad que hacen de Oaxaca una joya del turismo cultural en México.