EL CORREDOR BIOCULTURAL QUE UNE A TRES NACIONES
El sureste de México es una tierra que no se observa a la distancia: se siente, se prueba, se escucha y se vive. Aquí, la historia respira en cada piedra de sus zonas arqueológicas, los sabores cuentan siglos de tradición, y la calidez de su gente abre caminos que marcan al visitante para siempre.

En esta edición de La Revista del Sureste te invitamos a descubrir un mosaico de riquezas que combinan la herencia ancestral con la visión de futuro de nuestra región.
La agenda cultural es el mejor testimonio de que la tradición aquí no se guarda en vitrinas, sino que renace en cada generación. Desde fiestas locales hasta eventos de proyección internacional, cada celebración es un recordatorio de identidad y orgullo. La Guelaguetza es prueba de ello: una danza que cruza fronteras y que une a los pueblos en un canto de hermandad.
El turismo cultural y de experiencias está en plena transformación. Grupo Mundo Maya impulsa una nueva era de hospedaje donde no solo se trata de descansar, sino de vivir la región. Hoteles que integran arquitectura inspirada en el entorno, gastronomía local y un compromiso real con la sustentabilidad. Hospedarse aquí es despertar con el canto de la selva y probar platillos que narran siglos de historia.
Aunque la justa deportiva tendrá como sede principal el centro y norte del país, el sureste se prepara para recibir a visitantes de todo el mundo. Más allá de los estadios, México mostrará su grandeza en experiencias, y esta región será destino obligado con sus playas, selvas, pueblos mágicos, gastronomía incomparable y la hospitalidad que nos caracteriza.
El sello Hecho en México cobra fuerza en proyectos como el Tren Maya, que busca unir culturas y oportunidades, mientras que el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya abre un horizonte de cooperación internacional en torno a la conservación y el turismo responsable.
Las haciendas henequeneras de Yucatán también reviven como escenarios culturales y gastronómicos que muestran la grandeza de otra época, ahora reimaginada para el presente. Y en cada rincón, el turismo comunitario demuestra que la riqueza del sureste está tanto en su naturaleza e historia como en la unión de sus pueblos.
En cada página de esta edición encontrarás la esencia de nuestra tierra: sabores que enamoran, música que acompaña, cultura que inspira y experiencias que transforman. Porque el sureste no solo se visita: se vive intensamente.
Hoy, más que nunca, el sureste abre sus puertas al mundo con la promesa de experiencias auténticas, memorables y llenas de vida.
Fernando A. Priego Glez.
