Cultura
La otra cara del turismo; viaje a lo enteógeno
Los enteógenos han sido utilizados por pueblos indígenas durante milenios para “la sanación, el conocimiento, la creatividad y la conexión espiritual”.
El caer en la espiral de lo cotidiano, se ha vuelto una sensación tan abrumadora en cada persona, que ha logrado voltear la mirada de muchos a otro tipo de turismo, el enteógeno.
El objetivo del turismo enteógeno es hacer un viaje interno, es dejarse guiar por plantas ‘sagradas’, alucinógenas como hongos, ayahuasca o sapito.
Aunque sí bien pueden considerarse ‘drogas’ lo que hacen estas plantas es provocar una alteración importante en la percepción y en el funcionamiento del sistema neuronal.
A diferencia de las antes mencionadas, estas no producen adicción alguna, solo están por el afán de conocer cosas nuevas y la ocasión.
Los enteógenos han sido utilizados por pueblos indígenas durante milenios para “la sanación, el conocimiento, la creatividad y la conexión espiritual”.
“No hay que olvidar que en una dinámica de mercado, las cuestiones rituales o sagradas que los pueblos antiguos utilizan para sanación o para conectarse entre sí, llegan a nosotros y se convierten en un producto mercantil y en ese turismo espiritual”
Las experiencias provocadas por el consumo de estas plantas son percibidas como “sanadoras” para muchos de sus usuarios.
En México hay gran herencia cultural en torno al uso tradicional de distintas plantas y sustancias con propiedades psicoactivas, sobre todo concentrado en el Sur- Sureste, donde los distintos pueblos han interactuado desde hace mucho tiempo.
Cabe resaltar que existen diversos términos para nombrar a la experiencia extática que provocan las plantas consideradas sagradas, tales como: alucinógeno, psicodélico, psicodisléptico, estupefaciente, conciencia alterada, visionario.
Estas son las plantas sagradas que han logrado captar la atención de turistas de todas partes del mundo, que han viajado en busca de lo espiritual:
Mimosa tenuiflora
Conocida como catinga, jurema y tepezcohuite, puede encontrarse en varios países de Centro y Sudamérica, así como en algunas regiones de Chiapas y Oaxaca en México.
Es usada como enteógeno ya que entre otros componentes tiene N-N-dimetiltriptamina y puede utilizarse como materia prima para la producción de DMT, tiene propiedades médicas, especialmente para tratar diferentes afecciones de la piel como quemaduras, granos y heridas.
Floripondio (Brugmansia arbórea/Brugmansia cándida)
También conocido como Cornetas del Diablo por la forma de sus flores, es un árbol pequeño de la familia de las solanáceas que crece en varias zonas del país.
Es de las plantas más interesantes, potentes y poderosas, que al mismo tiempo es de las que mayor riesgo conllevan debido a las propiedades delirantes que tienen sus compuestos activos: escopolamina y hiosciamina, crece de manera silvestre en la Ciudad de México y sus alrededores, así como en los estados de Morelos, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Puebla, Guerrero, Yucatán y Quintana Roo
Sus efectos delirantes pueden ser impredecibles y muy potentes, pueden salirse de control fácilmente, se usa comúnmente las flores, que se pueden preparar en té o comer a mordidas, sus efectos pueden ser equiparables a un brote psicótico ya que, duran entre ocho y 12 horas.
Hoja de dios o hierba de los sueños (Calea zacatechichi)
Zacatechichi es Náhuatl, significa “pasto amargo”, es así como se nombra a este arbusto que llega a crecer hasta tres metros de altura, a pesar de su intenso sabor, se usa para relajar, ayudar a dormir, obtener estados de meditación profunda y propiciar la ensoñación y los sueños lúcidos, se utiliza en estados como Morelos, Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Veracruz.
Hongos Psilocibos (Psilocybe mexicana y otras especies)
Entre el reino de los hongos más antiguo que el animal y vegetal, se encuentras aquellos que contienen psilocibina (4-PO-DMT).
Esta clase de hongos se asocia con la cultura mazateca en Oaxaca, hay registro de su uso ritual y ceremonial por parte de los mayas, los aztecas, olmecas, mixtecos, tzeltales, mazahuas, chinantecos, chatinos, mixes, nahuas, otomíes y tarascos, entre varias otras culturas
Salvia divinorum
De las más “novedosas” debido a sus compuestos activos (Salvinorin-A y Salvinorin-B) es comparable con la del LSD.
Provoca un fuerte estado disociativo que se compara frecuentemente con el del DMT pero en el que hay una mayor confusión, nebulosidad mental y visual y sentimientos de miedo o angustia, es originaria, la sierra mazateca en Oaxaca.
Ololiuqui (Rivea corymbosa/Turbina corymbosa/Ipomea violácea)
Mejor conocidas como Semillas de la Virgen, Angelito, Bejuco de San Pedro o Hierba María, son enredaderas con flores pequeñas que tienen forma de trompeta.
Tiene colores distintos y la manera más fácil de reconocerlas es por las semillas, en la corymbosa las semillas son pequeñas, redondas y parduzcas, mientras que en la violácea son negras y angulosas.
Son usadas por distintos grupos como los chinantecos, mazatecos, mixtecos y zapotecos de Oaxaca, se extiende de manera natural por toda la zona central y sur del país, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Morelos, Campeche, Veracruz, Puebla, se usa para obtener estados de trance, para funciones oraculares, sueños lúcidos y en algunos casos de manea terapéutica y medicinal.
Sus semillas se pueden masticar y tragar, moler y hacer una extracción en alcohol o algún otro solvente, hervirse por largo rato como para preparar un té.
Es importante resaltar que de acuerdo a expertos en la materia, para vivir la experiencia de forma más genuina, se debe hacer a través de un ‘taia’ o ‘gran sabio’ quien rezará para resolver problemas y tener visiones poderosas.
¿Sabías qué?… Enteógeno significa “crear lo divino dentro” y se deriva de las raíces griegas en (dentro de) theo (divino) y gen (crea).