Mindfulness: Qué es y cómo practicar la consciencia plena

Conoce el significado de esta práctica centrada en el entrenamiento de la mente, cuáles son sus principales beneficios y cómo aplicarla a la vida diaria. 

El Mindfulness es el entrenamiento de la atención, que es una de las facultades de la mente. . La atención que se entrena con las prácticas de Mindfulness es la atención voluntaria, aquella que se utiliza de un “modo deliberado». 

¿Para qué sirve tener la mente entrenada? 

La práctica de Mindfulness se enfoca en llevar a la mente al momento presente y no a dónde nos lleva en piloto automático, viajando del pasado al futuro y del futuro al pasado. 

En la vida cotidiana, desde que una persona se levanta hasta que se va a dormir, siempre está “en el futuro”: planificando, armando listas de tareas para hacer o teniendo diálogos con otras personas en su mente. Pero también está en el pasado, revisando cómo fue que pasó tal cosa, repasando cada detalle, pensando cómo hubiera sido su vida de otra manera y buscando culpables sobre diferentes actos. 

La mente suele estar preocupada por lo que ya pasó o por lo que está por venir, pero rara vez está en el momento presente. Por esto decimos que es importante tener la mente entrenada, para poder llevarla al momento presente. En este sentido, María Carrillo en su libro “Mindfulness Sencillamente”, dice: “normalmente, la atención se dispersa en preocupaciones y pensamientos, y pocas veces logramos estar presentes para percibir la multitud de estímulos e información que recibimos en cada momento”. 

Es importante saber que la capacidad innata de prestar atención suele estar distorsionada. Los individuos son “especialistas” en estar desconectados y distraídos la mayor parte del tiempo, e incluso no darse cuenta de esta situación. Según Jon Kabat-Zinn, las personas están desconectadas de sus sensaciones, percepciones, impulsos, emociones y pensamientos. Esto ocurre porque se encuentran constantemente sumergidas en las preocupaciones y están obsesionadas por el pasado o por el futuro. 

Los seres humanos viven distraídos a tal punto que, por ejemplo, si están buscando algún objeto frente a ellos no lo encuentran. Pero el ser humano no está desconectado solo en sus hábitos cotidianos, sino también del mundo, de los otros, de escucharlos detenida y profundamente o de preocuparse por lo que provocan en los demás. 

En este sentido, el Mindfulness es una capacidad de la mente humana de poder prestar toda la atención consciente y plena a un proceso actual, que está ocurriendo en el presente, con total atención y con una actitud voluntaria de no juzgar, solo de observar abiertamente lo que se siente. Jon Kabat-Zinn define a esta práctica como: “prestar atención de un modo particular, con un fin en el momento presente y sin juzgar”. 

A su vez, Pedro Acosta en su libro “Mindfulness para el Mundo” define los tres elementos básicos del Mindfulness: la atención, el presente y el “no juzgar”. 

La atención implica la elección por parte de la mente de forma clara y vívida, de uno o más objetos a los que tiene opción. El presente es este momento, el ahora, nuestro propio hogar interno en el cual vivimos. A su vez, el “no juzgar” es la ausencia de interpretaciones y valoraciones como bueno o malo, feo o bonito, conveniente o inconveniente. Juzgar es algo que el ser humano hace habitualmente y de manera automática. En este sentido, Acosta sostiene que: “vivir en el presente sin juzgar es la esencia de nuestra liberación de una mente que nos encarcela y nos condena al sufrimiento”. 

En esta línea, Mindfulness entrena al ser humano para estar en el momento presente y valorarlo como el único momento que verdaderamente existe. Tanto el pasado como el futuro se presentan como recuerdos o como expectativas. 

Por lo tanto, es importante centrarse en vivir en el presente lo mejor posible para vivir más equilibradamente. ¿Y por qué es importante estar en el momento presente? Porque estar en el momento presente se relaciona con la felicidad. 

Beneficios que brinda la práctica de Mindfulness 

La práctica de Mindfulness también es reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, la ansiedad, aumentar la autoconciencia y mejorar el bienestar general. 

Desde lo físico ayuda a: 

• Entrar en conexión con el cuerpo, registrar sus señales, prevenir algunas enfermedades. 
• Reducir algunas dolencias físicas y/o dolores crónicos. 
• Mejorar las defensas del cuerpo. 
• Mejorar la calidad del sueño. 
• Prevenir las recaídas de las personas con problemas de depresión y adicciones. 
• Mejorar nuestra salud mental de manera generalizada. 

 Desde lo emocional esta práctica ayuda a: 

• Entender cómo funcionan las emociones y aprender a regularlas. 
• Responder versus reaccionar. 
• Reducir los niveles de estrés, ansiedad e impulsividad. 
• Mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales. 
• Lograr más armonía interior y mayor sensación de felicidad, disfrutando de cada momento. 
• Desarrollar la inteligencia emocional. 
• Tomar consciencia de la relación entre el cuerpo, la mente y las emociones. 

Por último, desde lo mental el Mindfulness también ayuda a: 

• Aquietar la mente. 
• Incorporar herramientas para distraernos menos y concentrarnos más. 
• Mejorar la eficiencia y la productividad. 
• Tomar decisiones con más claridad. 
• Favorecer la creatividad. 
• Aumentar nuestra capacidad de perspectiva. 
• Mejorar el rendimiento académico. 
• Cambiar el cerebro protegiéndolo de enfermedades mentales. 

El Mindfulness no solo se practica a través de la meditación guiada, también se practica cuando se lleva adelante cualquier actividad cotidiana, como bañarse, cepillarse los dientes, vestirse, lavar los platos. Para hacerlo debemos prestar atención a estas actividades que habitualmente hacemos en automático y ser conscientes de dichos actos.