
Fernando A. Priego GonzalezNoticias3 años5 Vistas
Luego de que en la última semana se reportara un cambio de color en la Laguna de Bacalar, comenzaron a circular noticias que señalaban a la construcción del Tren Maya como la causa.
Entre los críticos se encuentra la senadora del PAN, Kenia López, quien se basó en este hecho para denunciar el daño ecológico que encabeza la administración de López Obrador.
Sin embargo, el mandatario, desmintió las acusaciones. A través de un plano explicó que existen dos amplias brechas que separan los actuales trabajos de construcción del megaproyecto y la Laguna de Bacalar.
La primera es la que separa a Escárcega de Bacalar por 287 kilómetros. El mandatario argumenta que los trabajos del tramo 1 que va de Escárcega a Palenque, aún están muy alejados de la estación de la laguna, “en Escárcega apenas es el terraplen”, indicó.
La segunda brecha, desde Chichen Itzá, tiene una distancia de 289 kilómetros. Esta estación pertenece al tramo 4 que va de Izamal a Cancún y en donde también se está trabajando.
“Cómo es que, si se está trabajando acá, que además es una composición geológica, un terreno completamente distinto a este, cómo es que se está afectando”, cuestionó y calificó las críticas de “absurdas”.












