México enfrenta su primera ola de calor de 2025 con temperaturas que superan los 35 °C en varios estados del sureste.
La primera ola de calor de 2025 ha comenzado a dejar huella en varios estados del sureste mexicano, registrando temperaturas extremas de hasta 35 grados centígrados en regiones como Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán.
Aunque las afectaciones físicas como golpes de calor, deshidratación y agotamiento son ampliamente conocidas, especialistas advierten que las consecuencias del calor también se sienten en la salud mental.
En redes sociales, usuarios de estas zonas han compartido que el clima no solo les provoca incomodidad, sino también cambios en el estado de ánimo, ansiedad, cansancio emocional, irritabilidad y falta de descanso.
Aunque pueda parecer una reacción común, la ciencia respalda esta percepción.
¿Qué papel juega el sueño?
El calor nocturno impide un descanso profundo y continuo, afectando el sistema límbico y la regulación emocional. Según investigadores, la falta de sueño derivada de noches calurosas puede intensificar síntomas de trastornos mentales ya existentes, o incluso detonar nuevos episodios.
Especialistas destacan que las personas con enfermedades mentales preexistentes son las más vulnerables ante estas condiciones, al igual que adultos mayores, niños y personas con padecimientos crónicos.
Más allá del clima: un llamado a la prevención emocional
Expertos coinciden en que el cambio climático ya no solo es un problema ambiental, sino también un asunto de salud pública integral. Si bien las recomendaciones tradicionales —como mantenerse hidratado, evitar la exposición solar y usar ropa ligera— siguen vigentes, es fundamental incluir acciones de cuidado psicológico, tales como:
