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Cultura

Empacho, mal de ojo y otras enfermedades populares que siguen vigentes en Latinoamérica

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Empacho, Mal De Ojo Y Otras Enfermedades Populares Que Siguen Vigentes En Latinoamérica Mal De Ojo, Empacho, Susto O Espanto, Caída De Mollera Y Mal De Viento Son Las Principales ‘Nosologías’ Tratadas Por Médicos Tradicionales (Indígenas, Mestizos Y Afrodescendientes) En México.&Nbsp; Https://Larevistadelsureste.com

Mal de ojo, empacho, susto o espanto, caída de mollera y mal de viento son las principales ‘nosologías’ tratadas por médicos tradicionales (indígenas, mestizos y afrodescendientes) en México. 

Aunque no son reconocidas por la medicina académica, subsisten como enfermedades culturalmente delimitadas en América Latina. 

Mal de Ojo

Llanto, inquietud y a veces diarrea, caracterizan al mal de ojo. Lo padecen niñas y niños. Y un factor de riesgo, según la creencia popular, es la belleza. Cuando son bonitos y salen de casa y reciben una mirada pesada, regresan con esos síntomas. 

El empacho

También con más prevalencia en niños y bebés, es un trastorno digestivo causado por sustancias no digeribles como chicles, palomitas o pellejos de frijol, garbanzo o chícharos, así como pedazos de papel o hilos. 

“Todo eso, dice la gente, se queda pegado en las paredes intestinales y provoca malestar y dolor gastrointestinal”. Eventualmente, causa fiebre, vómito, diarrea “o al revés, constipación”. 

El espanto o susto

Conocido desde la época prehispánica, es producido por un evento sorpresivo y fuerte que deja “datos de trastorno mental” en adultos y niños. 

La caída de mollera o hundimiento de la fontanela anterior (tenemos cuatro en el cráneo), sobre todo en menores de dos años, es causada por un susto, un movimiento brusco o por retirar repentinamente al bebé de la glándula mamaria. Se manifiesta en inquietud y llanto e incluso vómitos y diarrea 

Espíritus y Pan puerco 

En América Latina, en todos nuestros pueblos, en zonas rurales y urbanas, incluso en la Ciudad de México, hay tratamientos para estas patologías, desconocidas e ignoradas por la mayoría de la “gente académica y la clase media”. 

En farmacias y boticas de colonias populares se venden los “espíritus de tomar” y los “espíritus de untar” para curar el susto o el espanto. 

También es popular la pomada denominada “Pan puerco” para curar el empacho. Está hecha con manteca de cerdo y se vende en todo el Valle de México. 

Para la caída de mollera, hay que hidratar al bebé y realizar maniobras especiales para retornar nuevamente la mollera a su lugar. 

Tratamientos propios 

¿Estas patologías tienen equivalente con enfermedades que trata la medicina académica? Afirmar que empacho es “nada más” una gastroenteritis aguda infecciosa, no es suficiente. O que susto equivale a shock postraumático agudo, “resulta fácil y simplificador”, ya que el “comportamiento terapéutico es completamente diferente”. La caída de la mollera en términos biomédicos, será una deshidratación, “pero no es solamente eso”. 

En caso de shock postraumático agudo o traumatismo psíquico emocional, el médico indica un tratamiento farmacológico. En cambio, en la medicina tradicional, el susto o espanto se neutraliza con una limpia o barrido con yerbas (pirul, por ejemplo), pero también con un acto ritual que permite recuperar “una entidad anímica perdida”. 

Desde una cosmovisión indígena, diferente a la occidental, la persona tiene varias entidades anímicas y una se escapa o se pierde con el susto o el espanto. El médico tradicional, vía un ritual, se la retorna. Y según los estudios de antropología médica, “sí hay una eficacia en ese tratamiento”. 

Así que el empacho y el susto tiene sus propios procedimientos terapéuticos, en su mayoría eficaces, como en su mayoría también son eficaces los tratamientos biomédicos. Sin embargo, cuando a veces aquéllos o éstos no dan el resultado esperado, se recurre a otros. En algunos casos, el tratamiento tradicional-popular resulta más eficaz y viceversa.