Gastronomia
La exótica tuza yucateca: de plaga a manjar en la mesa maya
La tuza yucateca es un peculiar roedor endémico de la península que forma parte de la gastronomía local, a pesar de ser vista por muchos como una plaga para los cultivos. Te contamos todos los detalles sobre este curioso animal.
Un roedor rechoncho y erizado ideal para vivir bajo tierra
Conocida científicamente como Orthogeomys hispidus, la tuza yucateca es una especie de roedor fosorial, es decir, adaptado a la vida subterránea excavando túneles y madrigueras.
Se distingue por su cuerpo rechoncho que puede alcanzar los 500 gramos de peso y 30 centímetros de longitud. Su pelaje es de color café oscuro, a veces amarillento, con aspecto erizado. De ahí el nombre hispidus.
La plaga que se volvió manjar
Aunque tienen una amplia distribución en México y Centroamérica, en Yucatán la gente encontró la forma de «defenderse» de las tuzas: ¡cocinándolas!
Al destruir las raíces y los cultivos de maíz o sisal con sus continuas excavaciones en busca de alimento, las tuzas se convirtieron en una plaga para los agricultores mayas.
Pero en lugar de combatirlas con venenos o trampas letales, optaron por degustar su carne en la mesa. ¡Todo un manjar!
Cazadas por humanos y depredadores… ¡hasta en sus madrigueras!
Además de los humanos, las tuzas yucatecas también tienen depredadores naturales como coyotes o comadrejas que aprovechan sus ocasionales salidas a la superficie.
Incluso penetran en sus intricadas madrigueras subterráneas que pueden alcanzar 60 metros de longitud. Todo un reto incluso para sus hábiles depredadores.
Roedores fosoriales poco conocidos y estudiados
A pesar de estar distribuidas por todo México, las casi 15 especies de tuzas que hay son mamíferos muy poco conocidos por la ciencia, dado sus hábitos subterráneos ocultos a la vista humana.
Al tener movilidad limitada, presentan rangos de distribución reducidos y micro hábitats exclusivos. Un valor ecológico que nos queda aún por descubrir.