fbpx
Visítanos en las redes sociales

Gastronomia

La exótica tuza yucateca: de plaga a manjar en la mesa maya

Publicado

el

La Exótica Tuza Yucateca: De Plaga A Manjar En La Mesa Maya La Tuza Yucateca Es Un Peculiar Roedor Endémico De La Península Que Forma Parte De La Gastronomía Local, A Pesar De Ser Vista Por Muchos Como Una Plaga Para Los Cultivos. Te Contamos Todos Los Detalles Sobre Este Curioso Animal. Https://Larevistadelsureste.com

La tuza yucateca es un peculiar roedor endémico de la península que forma parte de la gastronomía local, a pesar de ser vista por muchos como una plaga para los cultivos. Te contamos todos los detalles sobre este curioso animal.

Un roedor rechoncho y erizado ideal para vivir bajo tierra

Conocida científicamente como Orthogeomys hispidus, la tuza yucateca es una especie de roedor fosorial, es decir, adaptado a la vida subterránea excavando túneles y madrigueras.

Se distingue por su cuerpo rechoncho que puede alcanzar los 500 gramos de peso y 30 centímetros de longitud. Su pelaje es de color café oscuro, a veces amarillento, con aspecto erizado. De ahí el nombre hispidus.

La plaga que se volvió manjar

Aunque tienen una amplia distribución en México y Centroamérica, en Yucatán la gente encontró la forma de «defenderse» de las tuzas: ¡cocinándolas!

Al destruir las raíces y los cultivos de maíz o sisal con sus continuas excavaciones en busca de alimento, las tuzas se convirtieron en una plaga para los agricultores mayas.

Pero en lugar de combatirlas con venenos o trampas letales, optaron por degustar su carne en la mesa. ¡Todo un manjar!

Cazadas por humanos y depredadores… ¡hasta en sus madrigueras!

Además de los humanos, las tuzas yucatecas también tienen depredadores naturales como coyotes o comadrejas que aprovechan sus ocasionales salidas a la superficie.

Incluso penetran en sus intricadas madrigueras subterráneas que pueden alcanzar 60 metros de longitud. Todo un reto incluso para sus hábiles depredadores.

Roedores fosoriales poco conocidos y estudiados

A pesar de estar distribuidas por todo México, las casi 15 especies de tuzas que hay son mamíferos muy poco conocidos por la ciencia, dado sus hábitos subterráneos ocultos a la vista humana.

Al tener movilidad limitada, presentan rangos de distribución reducidos y micro hábitats exclusivos. Un valor ecológico que nos queda aún por descubrir.