Tabasco
Oxolotán, un poblado lleno de historia en Tacotalpa, Tabasco
Oxolotán es un pequeño poblado, enclavado en el fondo de un valle rodeado por montañas tropicales que escurren agua por sus laderas.
Antes de la llegada de los españoles, Oxolotán era un pueblo zoque; la cultura zoque se ha había extendido desde Macuspana hasta Chiapas.
No se sabe con exactitud el origen de los Zoques, pero se cree que ascienden de la mítica cultura Olmeca y se establecieron entre los límites de Tabasco y Chiapas, en una de las regiones más húmedas y forestales del país.
En Oxolotán aún después de tanto tiempo la modernidad no logra penetrar del todo en su forma de vivir. Es uno de los pocos poblados sin cobertura telefónica debido a la interferencia magnética que provocan las montañas que lo rodean.
Se dice que el único edificio colonial de todo Tabasco es el ex convento de Oxolotán, estar en medio de la sierra selvática no detuvo a los padres franciscanos.
Hoy la iglesia de Santo Domingo de Guzmán sigue funcionando y exponiendo fotografías, recuerdos, cuadros, retablos y demás objetos de la historia de este auténtico lugar.
La historia del exconvento de Santo Domingo de Guzmán es, en cierta forma, la de todos nosotros. Se trata de un relato de supervivencia extrema y redención.
El único edificio colonial en todo Tabasco, fue construido por frailes franciscanos en el siglo XVII, cuando Oxolotán era el poblado más importante de la región. Esta importancia decayó en la segunda mitad del siglo, gracias a que los cacaotales de la cercana Tacotalpa, cobraron un mayor auge.
Como un reflejo del abandono que experimentó el pueblo, el convento fue olvidado y reclamado por la naturaleza, que erosionó sus muros y los recubrió con vegetación.
En 1926 el gobernador Tomás Garrido, quien había emprendido una campaña en contra de la Iglesia Católica, mandó a dinamitar el edificio. Fueron destruidos el claustro, la sacristía y la torre del campanario, quedando solamente la nave principal.
Fue hasta 1979 cuando finalmente se restauró el recinto y se convirtió en un templo y museo que puedes conocer en tu visita a Oxolotán. Con todo en su contra, este lugar resistió la prueba del tiempo y sigue siendo el más importante del pueblo.
