Pueblos Mágicos en el desierto mexicano para una experiencia única

México es un país que destaca entre los viajeros nacionales y extranjeros, no solo por la riqueza cultural de cada uno de los rincones del país, sino también por sus hermosos paisajes naturales. Gracias a la combinación de ambos elementos se han convertido en excelentes lugares para visitar en cualquier época del año, razón por la cual podrías aprovechar el próximo fin de semana o puente largo para organizar una ESCAPADA en compañía de tus familiares, amigos o pareja a alguno de estos lugares.

En la República Mexicana existen un sinnúmero de lugares por descubrir y que te dejarán maravillado con sus increíbles atractivos turísticos en las que podrás disfrutar de una gran experiencia al conocer sus tracidiciones, al mismo tiempo que exploras cada una de us maravillas naturales. Uno de estos lugares a los que nos referimos son los pueblos Mágicos en el desierto mexicano para una experiencia única. Así que si estás en tu próxima aventura, podrías optar por conocer estos puntos que te vamos a presentar a continuación.

Candela – Coahuila

Este pueblo mágico que se encuentra en Coahuila es un lugar que posee un imponente desierto que es ideal para realizar diversas actividades, entre ellas el campismo, la caminata, cabalgatas, paseos en cuatrimotos. También se ha convertido en un sitio que ha ganado reconocimiento entre los viajeros que disfrutan de exquisitas aguas termales, ya que en este sitio se encuentran algunas pozas naturales de poderes curativos gracias a sus minerales. Asimismo, cuenta con atractivos naturales que podrás explorar y asombrarte con sus características naturales: la Gruta de los Carrizales y la Cueva del Consuelo.

Mapimí – Durango

Este destino fue el primero sitio de Durango que recibió el nombramiento de Pueblo Mágico. Esta localidad ubicada en el semidesierto destaca por su historia minera, así como por sus impresionantes postales naturales. Quienes visitan este sitio podrán encontrar sus emblemáticas minas de Santa Rita y de Ojuela, esta última alberga una gran tirolesa de la que solo los más intrépidos se atreven a lanzarse. También es un excelente lugar para emprender una caminada por sus calles, ya que podrán conocer su Plaza de Armas, Iglesia de Santiago Apóstol, Museo Benito Juárez y Callejón de las Flores.

Real De Catorce – San Luis Potosí

Este destino en San Luis Potosí posee de un desierto que resguarda un pasado minero y lleno de tradición. Quienes visiten este sitio tendrán la oportunidad de visitar el desierto de Wirikuta, el cual podrán recorrer ya sea en paseos a caballo o al emprender una excursión de camping. Durante su estancia también tendrán la oportunidad de conocer algunas de sus leyendas de fantasmas y aparecidos que han pasado de generación en generación, así como visitar la parroquia de la Purísima Concepción y su Túnel de Ogarrio (lugares en donde se cree que están embrujados).

Parras de la fuente – Coahuila

Esta localidad desértica ubicada en el estado de Coahuila posee una gran tradición vinícola, ya que cuenta con mantos freáticos que hacen de esta tierra una franja fértil en el desierto, convirtiéndola en una excelente opción turística para los amantes de esta bebida elaborada con exquisitas uvas. También cuenta con una gran belleza arquitectónica que se ha convertido en un importante atractivo cultural de esta región. Quienes visitan este destino, tendrán la oportunidad de visitar la vinícola más antigua del continente: Vinícola San Lorenzo, la cual fue fundada en 1597 y la Casa Madero.

Tula – Tamaulipas

Este lugar en Tamaulipas sobresale por sus espectaculares escenarios naturales en los que se combinan un imponente desierto y un hermoso bosque. Este sitio también ha ganado reconocimiento por su fabricación de prendas hechas de cuero, tal es el caso de su famosa “cuera tamaulipeca”, chaqueta que destaca por sus hermosos bordados tradiciones. Quienes visiten este lugar a lo largo de su estancia, tendrán la oportunidad de admirar cerca de 400 edificaciones que fueron construidos durante los siglos XVIII y XIX.