
Astrónomos logran la primera imagen directa de un planeta con la tecnología infrarroja de Webb, lo que marca un hito en la observación de mundos fuera del sistema solar.
En lo que podría convertirse en un descubrimiento histórico para la astronomía moderna, un equipo internacional de científicos detectó señales claras de un planeta joven y frío con una masa similar a Saturno que orbita la estrella TWA 7, ubicada a unos 34 años luz de la Tierra.
Las observaciones fueron realizadas con el telescopio espacial James Webb, utilizando el avanzado Instrumento del Infrarrojo Medio (MIRI), el cual permitió captar una imagen directa de la fuente luminosa dentro del disco de escombros que rodea a esta estrella enana roja.
De confirmarse, se trataría no solo del primer planeta detectado directamente con Webb, sino también del exoplaneta de menor masa jamás observado mediante esta técnica, marcando un avance crucial en el estudio de sistemas planetarios más allá del nuestro.
La fuente luminosa fue identificada en un espacio dentro del disco de TWA 7, a una distancia estimada de 50 unidades astronómicas (unas 50 veces la distancia entre la Tierra y el Sol). El análisis sugiere que este objeto, bautizado como TWA 7 b, tiene aproximadamente la masa de Saturno y una temperatura cercana a los 47 °C, lo que coincide con modelos teóricos de planetas que moldean discos de polvo a su alrededor.
“Nuestras observaciones revelan de forma convincente que se trata de un posible planeta que está modelando la estructura del disco de TWA 7. Está exactamente donde esperábamos encontrar un objeto de esa masa”, explicó Anne-Marie Lagrange, investigadora del CNRS en el Observatorio de París-PSL.
Además, este hallazgo podría representar la primera evidencia visual de un disco troyano: una acumulación de polvo atrapada en la órbita de un planeta, una estructura teórica que hasta ahora no se había observado de manera directa.
Gracias al uso del coronógrafo de MIRI, que permite bloquear el brillo de la estrella para observar objetos cercanos, el equipo logró aislar esta tenue fuente infrarroja. Si bien los investigadores descartan que se trate de un objeto del sistema solar o una galaxia distante, seguirán las observaciones para confirmar su naturaleza planetaria.
TWA 7, también conocida como CE Antliae, es una estrella joven de solo 6.4 millones de años y su orientación casi frontal facilita el estudio de su entorno. Este descubrimiento subraya el potencial del telescopio James Webb para explorar planetas de baja masa y entender la evolución de sistemas estelares jóvenes.
La observación fue parte del programa 3662 del telescopio Webb y los resultados se publicaron el 25 de junio en la revista Nature, una de las más prestigiosas del ámbito científico.
Este nuevo hito consolida a Webb como el principal observatorio espacial del mundo, capaz de revelar estructuras y planetas nunca antes vistos, y de ofrecer nuevas claves sobre el origen y la evolución de los mundos en el universo.