El verano de 2025 está por comenzar y, con él, miles de personas se preparan para escapar del estrés y disfrutar de unos días de sol, mar y descanso en las playas del sureste mexicano.
Si bien los destinos de playa siguen siendo los favoritos, muchos buscan opciones accesibles que combinen belleza natural con actividades variadas sin afectar demasiado el bolsillo.
México es uno de los países con mayor diversidad de playas en el mundo, y afortunadamente, ofrece alternativas asequibles y espectaculares para vacacionar en familia, con amigos o en solitario. Aquí te presentamos algunas de las playas más baratas y encantadoras del país, donde el bajo costo no compromete la experiencia.
Ubicado en la costa oaxaqueña, es un destino ideal para viajeros aventureros y relajados por igual. En Playa Zicatela, conocida como el “Pipeline mexicano”, los surfistas encuentran olas de nivel internacional, mientras que en Carrizalillo se puede practicar snorkel y buceo en aguas tranquilas. Los alojamientos económicos comienzan desde 143 pesos por noche, lo que lo convierte en una excelente opción para mochileros.
Este pueblo costero es perfecto para quienes buscan tranquilidad y naturaleza. Cuenta con playas de arena blanca y mar color turquesa, además de estar frente al Banco Chinchorro, el arrecife más grande de América Latina, ideal para practicar snorkel o buceo. En la zona, los eco-hostales ofrecen bicicletas gratuitas y precios accesibles, sumando experiencias sustentables con visitas a zonas arqueológicas como Chacchobén.
Un verdadero refugio para el alma. Holbox ofrece paz, contacto con la naturaleza y experiencias únicas como nadar con tiburones ballena (de junio a septiembre) y observar flamencos y otras aves en Isla Pájaros. Para quienes quieren desconectar del ruido, esta isla de menos de 1,500 habitantes es el lugar ideal. Visitar fuera de temporada alta permite disfrutarla sin aglomeraciones y a mejores precios.
Este pequeño rincón en la costa del Pacífico es famoso por su enfoque ecológico y su conexión con la naturaleza. En el Centro Mexicano de la Tortuga se aprende sobre conservación, y entre diciembre y marzo es posible observar ballenas jorobadas. Punta Cometa regala algunos de los mejores atardeceres de México. Las posadas, cabañas y hostales rústicos ofrecen precios cómodos para quienes buscan desconexión total.
Estas playas demuestran que no es necesario invertir grandes cantidades para disfrutar del verano. Además de su belleza natural, ofrecen alojamientos económicos, opciones de ecoturismo, gastronomía local y actividades al aire libre. Lo más importante es planear con anticipación, evitar temporadas altas y priorizar el turismo responsable para conservar estos destinos únicos.
