Conoce las ciudades en las que puedes pagar el transporte público con botellas de plástico

Las botellas de plástico ahora son una tarifa válida para viajar en el metro de Roma, Italia, informaron recientemente Fast Company y varios sitios de viajes.

Aunque claro, necesitarás 30 botellas para obtener suficiente crédito para un viaje, que se puede depositar en máquinas de tarifas especiales en ciertas estaciones.  

Esta iniciativa es parte de un esfuerzo de la alcaldesa Virginia Raggi para incentivar una mayor recolección y reciclaje de plástico en su ciudad y sigue un movimiento similar de Estambul del año pasado. 

Surabaya, Indonesia 

Y no son solo las ciudades europeas. Surabaya, la segunda ciudad más grande de Indonesia, un país que resulta ser la segunda fuente más grande de contaminación plástica oceánica, lanzó un plan similar el año pasado.  

Allí, cinco botellas de plástico o 10 vasos de plástico te dan un billete de autobús de dos horas, y cada autobús puede recoger hasta 7.5 toneladas de plástico al mes. 

Pagar con plástico es una de las cosas que ha entusiasmado a la gente porque hasta ahora los desechos plásticos se consideraban inútiles. El sistema de Surabaya permitió que los autobuses sirvieran como instalaciones de recolección y es una de las muchas razones por las que la ciudad ganó premios por ser un modelo ecológico para el sur global. 

Sídney, Australia 

Las botellas han adelantado a las colillas de cigarros como el artículo más desechado y son parte de casi la mitad de la basura del Estado, reciclándose solo un 42% del desecho. Por lo que Sidney han lanzado el proyecto Envirobank, con más de 500 máquinas que almacenan el plástico y dan crédito para el transporte público.  

Roma 

Los movimientos de Estambul, Roma y Surabaya son esfuerzos de los gobiernos de las ciudades para abordar lo que se ha convertido en una crisis masiva. La contaminación plástica se ha convertido, en los últimos años, en una importante preocupación mundial.  

Sin embargo, en estas ciudades no se trata solo de plástico, también están tratando de lograr que más usuarios tomen el transporte público, lo que puede reducir la cantidad de autos en la carretera.  

Eso significa menos congestión y menos emisiones de gases de efecto invernadero, algo especialmente importante para ciudades como Roma que, en 2017, se comprometió a estar libre de combustibles fósiles para 2030. Así que gracias a este compromiso es posible viajar y pagar con botellas de plástico.