Papantla, el pueblo mágico con olor a vainilla en Veracruz

Veracruz es un estado de nuestro país que cuenta con seis pueblos mágicos, uno de ellos es Papantla, un maravilloso lugar conocido como la “ciudad del trueno” y el hogar de los voladores.  

Se localiza en el norte del estado de Veracruz, a 270 kilómetros de su capital, un lugar con colinas suaves de colores verdes intensos y paisajes muy excepcionales que se encuentran entre los ríos Cazones y Tecolutla. 

Este lugar se incorporó al programa de Pueblos Mágicos de México en el año 2012 y su nombre significa “ciudad de pájaros ruidosos”, una población que fue fundada en el año 1200 por indígenas de Tuzapan, herederos de la tribu Olmeca, quienes llegaron para dominar esta extensa región de tierras donde floreció la majestuosa cultura Totonaca, creadora de la imponente zona del Tajín o “ciudad del trueno”.  

Con la llegada de los conquistadores españoles a estas tierras totonacas, la ciudad se bautizó con el nombre de Papantla de Santa María de la Asunción y en la actualidad, el nombre completo de esta ciudad es Papantla de Olarte, como honor al insurgente Serafín Olarte, que nació en esta localidad.

Este maravilloso pueblo es muy famoso por sus cultivos de vainilla, el principal elemento que se siembra en esta zona y que ha servido a los lugareños, como una de sus principales actividades económicas, pues se producen diferentes dulces y algunos otros productos derivados de esta planta.  

Este Pueblo Mágico, también es el hogar de muchos lugares impresionantes que puedes conocer en uno de tus paseos por sus bellas calles, pues cuenta con elementos tradicionales muy singulares, así como fiestas, danzas, rituales y costumbres que le dan vida a cada uno de sus espacios.

Papantla resguarda monumentos excepcionales, una zona arqueológica muy imponente y también, algunos espacios pintorescos que debes conocer en tu próxima visita a Veracruz, pues tendrás ratos muy agradables con tu familia o amigos en cada uno de los puntos que registres en tu itinerario.  

Voladores de Papantla  

El ritual de los voladores de Papantla está basado en una leyenda que cuenta cómo es que los dioses escucharon las danzas de los hombres de la tierra, quienes se colocaron en el punto más alto de sus terrenos para poder elevar sus plegarias hasta la morada de sus deidades.

Al escucharlos y verlos bailar, los dioses decidieron llevarlos al cielo y después de un rato, ellos regresaron a la tierra volando como aves, un evento que se conmemora a través de la famosa Danza de los Voladores, donde cuatro hombres-pájaro se colocan la vestimenta tradicional para ascender hasta la cima del poste ritual, para amarrarse de los pies e ir descendiendo poco a poco con unas cuerdas, mientras que un quinto hombre se coloca en la cima central del poste tocando maravillosas melodías.  

Zona arqueológica del Tajín  

El Tajín o la “ciudad de los muertos y de los truenos en tempestad”, está considerado como uno de los centros religiosos más importantes de Mesoamérica, una construcción magnífica que surgió en un periodo que comprende entre el año 800 al 1150 de nuestra era y que se extiende a lo largo de una superficie de 105,555 kilómetros cuadrados, resguardando una cantidad total de 165 edificios monumentales y 17 canchas de juego de pelota prehispánica, una maravillosa demostración de las habilidades arquitectónicas de las civilizaciones antiguas de nuestro país que destaca el potencial de la cultura Totonaca, pues fue esta civilización, la encargada de edificar este maravilloso recinto que puedes visitar en Papantla.  

Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción  

Se trata de una edificación religiosa franciscana, declarada como la construcción más importante dentro de la comunidad de Papantla, un edificio construido en el año 1700 sobre una colina de escasa altura.

En sus paredes laterales de la plataforma, podrás deleitar tu vista con una maravillosa obra realizada por el artista Teodoro Cano, quien creó esta singular forma escultórica de gran interés, en la que se representa muy claramente, la historia y la cultura que formaban parte del pueblo totonaca que se asentó en Papantla, para dejar su mágico legado cultural que prevalece hasta nuestros días a través de las costumbres, tradiciones y fiestas de sus pobladores.