¿Por qué pensar mucho produce agotamiento físico? Esto dice la ciencia

Sentirse cansado físicamente después de un día de permanecer sentado realizando un trabajo que requiere pensar mucho, es mucho más normal de lo que crees, sobre todo en México, donde el burnout o estrés laboral se ha convertido en un problema crónico que padecen 39 millones 750 mil personas, un 75% del total de trabajadores en el país.

Y es que, efectivamente, después de realizar por un largo tiempo un trabajo que requiere mucho esfuerzo mental, una persona puede sentirse como si hubiera corrido un maratón, lo cual, aunque no lo creas, puede poner en riesgo a tu cerebro. Sigue leyendo y te explicamos por qué. 

Al respecto, algunos científicos consideraban que “la fatiga es una especie de ilusión inventada por el cerebro para que dejemos de hacer lo que estemos haciendo y pasemos a una actividad más gratificante”; sin embargo, los resultados de un estudio reciente acaban de cambiar esa idea, pues tal parece que la fatiga es también “una señal que nos hace dejar de trabajar” para “preservar la integridad del funcionamiento del cerebro”. 

Así como lo lees, de acuerdo con el estudio publicado este jueves en la revista Current Biology, todo parece indicar que “el trabajo cognitivo da como resultado una verdadera alteración funcional, la acumulación de sustancias nocivas”. 

Según explica el investigador de la Universidad Pitié-Salpêtrière en París, Mathias Pessiglione, antes de realizar el estudio su hipótesis era que la fatiga mental era resultado de la necesidad de nuestro cerebro de reciclar sustancias potencialmente tóxicas que surgen de la actividad neuronal. 

Con esto en mente, los científicos utilizaron espectroscopía de resonancia magnética (MRS) para monitorear la química cerebral en el transcurso de un día laboral y observaron dos grupos de personas: los que necesitaban pensar mucho y los que tenían tareas cognitivas relativamente más fáciles. 

Tras analizar el comportamiento de ambos grupos, los investigadores notaron que, en el grupo que realizaba un trabajo mental duro se observaron signos de fatiga, incluida una menor dilatación de las pupilas. Además, observaron que, tras el duro trabajo mental, las personas optaban por cambiar hacia acciones que proponían recompensas en poco tiempo y con poco esfuerzo. 

Pero quizás lo que más llamó la atención de los expertos fue que el cerebro de los que pensaron mucho mostraba niveles más altos de glutamato (uno de los neurotransmisores más importantes del sistema nervioso) en las sinapsis de la corteza prefrontal del cerebro. Esto hace que la activación adicional de la corteza prefrontal sea más costosa; esto significa que después de un duro día de trabajo mental, será mucho más difícil el control cognitivo. 

Esto último explica el por qué una persona que está fatigada mentalmente es más propensa a perder el control sobre sus decisiones y a realizar acciones de bajo costo que no requieren esfuerzo. 

Tras analizar esta situación, los investigadores concluyeron que no hay otra manera de contrarrestar los efectos de la fatiga mental que no sea descansar y dormir.

De modo que si estás pasando por esta situación la recomendación es que dejes de sobrevivir con café, que pienses más en tu salud y te vayas a la cama a descansar por unas horas.