Quintana Roo
Siete Bocas, el cenote maya más místico para bucear en Quintana Roo
Siete Bocas es uno de los cenotes mayas más hermosos de México. Se trata de un lugar ubicado entre Playa del Carmén y Cancún en la Riviera Maya, justo dentro de la ciudad de Puerto Morelos.
Este cenote lleno de misticismo, cuenta con diversos canales y cavernas en las cuales podrás practicar buceo y snorkel, además de estar en una de las zonas más importantes del país, ya que se encuentra dentro del Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos.
Se encuentra dentro de la denominada ‘Ruta de Cenotes’ en la Península de Yucatán, la cual se conforma por varios atractivos naturales. Este lugar hace alusión a su nombre debido a que cuenta con diversos accesos a sus cavernas y pasos de agua, además de estar en medio de la selva en una zona que es famosa por sus árboles de chicle y sus palmas que sirven para los guisos en pibil.
Cada una de las entradas del cenote Siete Bocas, tiene escaleras de madera y está adaptado para que puedas bajar más cómodamente. El recorrido por los diversos accesos al cenote tiene un costo de 300 pesos y varía si lo contratas con equipo, el cual se puede rentar en un tour que incluya el acceso y traslado al cenote desde Puerto Morelos. Para hacer snorkel también puedes llevar tu propio equipo, o bien rentarlo en la zona.
El encanto del cenote Siete Bocas es que cuenta con diferentes accesos en los cuales puedes encontrar nidos de murciélagos, peces de colores, formaciones rocosas únicas y cuerpos de agua cristalina.
Durante tu visita podrás recorrer parte de la selva que rodea este cenote, y hacer el recorrido por varias de las entradas o simplemente mantenerte en el cenote principal.
El buceo se recomienda en compañía de un guía experimentado, debido a que este cenote tiene una profundidad de más de 30 metros y además tiene diversos puntos rocosos. El snorkel se puede practicar en la zona más baja del cenote y si no sabes nadar puedes optar por el chaleco salvavidas y mantenerte en una sola entrada de Siete Bocas.
