Tlaxcala, el estado que vio nacer al Hércules mexicano: el guerrero más temido del mundo

No por ser tan pequeño, el estado de Tlaxcala carece de virtudes y atractivos, pues además de sus tradiciones y Pueblos Mágicos, tiene una historia que quizás pocos conocen; se trata de un personaje al que sus pobladores recuerdan con admiración y respeto al que nombran el «Hércules mexicano» o «Hércules prehispánico», pues fue un valeroso guerrero tlaxcalteca que confrontó a Moctezuma y a quien más tarde le hizo ganar batallas.

«Tlahuicole» era el nombre de este noble guerrero a quien se le recuerda por su fuerza, valor y gran honor que rindió a su pueblo. Hay una estatua de este icónico tlaxcalteca que da la bienvenida a los visitantes que llegan por la carretera federal Puebla-Tlaxcala, ubicado en una glorieta, pero aquí te contaremos un poco más de este valeroso hombre que pocos conocen.

¿Quién fue ‘Tlahuicole’?

Es considerado uno de los mejores guerreros que existieron en la época prehispánica; nació entre el pueblo Otomí de la zona de Puebla y Tlaxcala. Al ser de familia noble, tuvo su formación en el Calmécac, que era la escuela tipo militar de esa época y de la cual egresaban también sacerdotes y jefes. Lo describen como valeroso en el campo de batalla, pero recordemos que era usual los ritos de sacrificio, por lo que cuando se tomaban prisioneros del «bando contrario», eran ofrecidos en sacrificio.

Durante una guerra entre los mexicas y los tlaxcaltecas, estos segundos tuvieron que retroceder y fue el momento en que capturaron a Tlahuicole, quien fue presentado ante el emperador Moctezuma. Al ver la fortaleza del tlaxcalteca, el Tlatoani de Mexico-Tenochtitlan le ofreció su libertad, a lo cual se negó Tlahuicoli, pues volver a su pueblo sería una deshonra por no morir en batalla o en ofrenda de sacrificio.

Para aprovechar el talento y valor de Tlahuicoli, el emperador azteca lo puso al frente de sus ejércitos durante las guerras floridas, y así obtuvo algunas batallas ganadas; Moctezuma le volvió a proponer su liberación, y la respuesta siguió siendo la negativa y dejó claro su deseo de morir como guerrero en sacrificio. Fue así que tras participar en una pelea ante varios guerreros mexicas en la cual mató a ocho e hirió a más de 20, el hoy llamado «Hércules mexicano» también salió con heridas graves y así ser derrotado. En cumplimiento a su deseo y a las leyes de esa época, fue sacrificado y su corazón se presentó en ofrenda al dios Xipe Totéc, quien representa la vida, la muerte y la resurrección para los mexicas.

Tlahuicoli también fue homenajeado en 1851 por el escultor español Manuel Villar, cuya obra la puedes conocer el el MUNAL en la Ciudad de México.