
La flor de cempasúchil es uno de los elementos más emblemáticos del Día de Muertos en México. Con su característico color anaranjado esta flor ha sido parte de las ofrendas y rituales prehispánicos como símbolo de vida y muerte sin embargo además de su uso decorativo y ritual la flor de cempasúchil también es comestible y se está integrando cada vez más en la cocina mexicana moderna.
Desde hace siglos el cempasúchil ha sido aprovechado en preparaciones culinarias por su sabor único que combina notas dulces y amargas. Este perfil de sabor permite su inclusión en platillos variados desde entradas y sopas hasta guisos y postres algunos platillos tradicionales y modernos en los que puedes encontrar esta flor son:
No se detiene en los platillos salados. Esta flor se emplea en recetas de postres y bebidas tradicionales.
Además de su atractivo sabor cuenta con propiedades beneficiosas para la salud principalmente por su contenido de carotenoides, antioxidantes que ayudan a proteger las células del envejecimiento prematuro. Estos antioxidantes no solo otorgan color a la flor ayudan a neutralizar los radicales libres que pueden dañar las células y el ADN lo cual podría disminuir el riesgo de enfermedades degenerativas y ciertos tipos de cáncer.
También se ha utilizado en infusiones para tratar problemas digestivos fiebre y tos. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural sugiere que las infusiones de esta flor pueden tener efectos beneficiosos para la salud, sobre todo en el sistema digestivo.